Al igual que las restantes lagunas costeras, abunda en especies de prioridad para la conservación tanto para el nivel nacional como el internacional. Integra la Reserva Mundial de la Biosfera de la UNESCO “Bañados del Este” (Decreto 706/86). La Ordenanza Costera de Rocha (Decreto municipal 12/2003) la reconoce como objeto de conservación, y desde 1977, a través del decreto 260/77 forma parte del Parque Nacional Lacustre y Área de Uso Múltiple de la Laguna José Ignacio, Garzón y Rocha. BirdLife International reconoce a la Laguna Garzón como Zona de Importancia para la Conservación de las Aves (UY018).
Como especies prioritarias para la conservación se destacan dos cactáceas, Parodia erinacea y Parodia scopia; los caracoles terrestres Austroborus lutescens y Bulimulus corderoi que están asociados al matorral psamófilo o costero; el sapito de Darwin (Melanophryniscus montevidensis), también endémico y amenazado de extinción; la tortuga de la canaleta (Acanthochelys spixii), cuyo nombre común se debe a la hendidura dorsal que presenta su caparazón, también amenazada.
Entre las aves podemos mencionar varias especies de aves migratorias, a saber: la gaviota cangrejera (Larus atlanticus), el flamenco austral (Phoenicopterus chilensis), el chorlito canela (Calidris subruficollis), el chorlo pampa (Pluvialis dominica) y el playerito rabadilla blanca (Calidris fuscicollis). Se destaca también la presencia del cisne cuello negro (Cygnus melanchoryphus) y el cisne blanco o coscoroba (Coscoroba coscoroba).
En noviembre de 2014 la laguna ingresó al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) en calidad de Área de Manejo de Hábitats y Especies. Se está trabajando hacia un plan de manejo con la participación de los actores involucrados (autoridades, ONG, vecinos, productores, comerciantes, pescadores, deportistas y otros).
La integración de un área al SNAP implica que se rige por una normativa específica. En este caso, entre otros:
– No se puede perturbar la fauna nativa
– No se puede talar monte nativo
– No se puede alterar el régimen hídrico
– Otras actividades requieren autorización del Ministerio de Ambiente
Esta zona se caracteriza por un turismo de día, familiar y/o deportivo (pesca y deportes acuáticos). Las instituciones trabajan en el control de los impactos de este tipo de turismo sobre el área, particularmente en el control de vehículos terrestres y acuáticos, el fuego y la gestión de residuos. La presión inmobiliaria sobre la zona es muy alta, por la cercanía del Área a José Ignacio, la perla turística que está creciendo hacia el este. La FLC monitorea e interviene cuando es necesario en lo relativo a los nuevos proyectos inmobiliarios, y vela por el estricto cumplimiento de la ley.
El régimen de propiedad varía de una margen a la otra. La margen de Maldonado se caracteriza por chacras y campos privados relativamente extensos con potencial de fraccionamiento, mientras que del lado de Rocha la tierra se fraccionó – a mediados del siglo pasado, cuando todavía no se hablaba de conservación – en balnearios de terrenos pequeños (500 m2).
La pesca es una actividad económica que sustenta una pequeña comunidad de pescadores artesanales, que se dedican a la pesca del lenguado y el pejerrey y cuando hay zafra, de crustáceos como el camarón. También se practica la pesca deportiva, tanto en la laguna como en el océano.
La producción agropecuaria se compone de pastoreo para ganadería, que generalmente favorece el hábitat de las aves playeras de pastizal. También hay cultivo de soja, papa y otros.
Fuentes:
https://www.snap.gub.uy/sisnap/web/mapa_conceptual/snap
La Fundación es delegada por las ONG ante la CAE. Es el ámbito de participación y de canal entre el Área Protegida, las autoridades, los vecinos y el resto de los actores, y allí se intercambia sobre los temas de gestión del Área.
La construcción del puente circular sobre laguna Garzón, inaugurado el 22 de diciembre de 2015, agudizó los problemas que ya se avizoraban para el área, y fue objeto de estudio por la Universidad de la República y ONG dedicadas a la conservación, como la Fundación.
Otros perjuicios incluyen el aumento del tránsito y los que acarrea la propia infraestructura del puente. Su construcción generó una gran cantidad de sedimentos que no se han retirado aún, lo que llevó a denuncias por parte de la Fundación y los vecinos y cuyos efectos están siendo estudiados por el Ministerio de Ambiente. La iluminación nocturna del puente tiene impactos negativos en el comportamiento de la fauna, en particular la acuática. Tiene una incidencia equiparable a la de la luz de la luna llena, y puede generar impactos sobre el comportamiento de la fauna, sobre todo de las especies nocturnas.
En ausencia de un plan de manejo, preocupa especialmente la reiterada apertura de la barra de manera artificial en respuesta a distintos intereses. Esto altera el régimen hídrico natural de la laguna y debilita la delicada barra arenosa que separa la laguna del Océano Atlántico. Se está trabajando hacia un protocolo de apertura que incorpore datos científicos además de los saberes tradicionales, antes de que ocurran daños irreparables.
También se destacan los conflictos vinculados a los distintos usos del espejo del agua. Los deportes náuticos, los paseos en bote, la pesca deportiva y artesanal son perjudiciales para el uso por las aves para descanso y alimento. Todavía está por ordenarse el uso público del espejo de agua, y el estudio de la capacidad de carga del área en lo que se refiere a turismo en general. El aumento del turismo de día tiene impactos asociados como el vertido de residuos, desconocimiento de la reglamentación aplicable, la circulación en zonas sensibles.
La tala de vegetación nativa, principalmente coronilla que se usa para leña; la caza furtiva y la densificación de la urbanización son factores de preocupación también, ya que tienen como resultado directo la pérdida de biodiversidad y la degradación y pérdida de hábitats para la avifauna y fauna en general.
https://www.uruguay-ciencia.com/articulos/UC15/Laguna_Garzon_UC15.pdf