La Laguna de Rocha, ubicada en el departamento de Rocha, es de una belleza impactante por su inmensidad, sus plácidas aguas y la variedad de paisajes que presenta. De gran tamaño, su espejo de agua de 7.200 hectáreas, tiene una profundidad media de 0,58 metros. Sus principales afluentes son el arroyo Rocha, el arroyo Las Conchas, el arroyo Las Palmas y el arroyo Noques. La separa del océano Atlántico una barra arenosa que se abre unas 3 a 4 veces por año. Este intercambio de agua dulce y salada favorece el desarrollo de una notable biodiversidad.
Importancia para la conservación
La laguna de Rocha fue reconocida como área de relevancia nacional e internacional para la conservación. Desde 2015 integra el listado de humedales con relevancia internacional que elabora la Convención Ramsar, y BirdLife International la reconoce como Zona de Importancia para la Conservación de las Aves (UY019). Integra también la reserva Bañados del Este del programa MAB (el Hombre y la Biósfera) de la UNESCO, así como la Red Hemisférica de Aves Playeras (WHSRN, por su sigla en inglés).
Alberga más de 220 especies de aves, entre ellas el 6% de la población global del playerito canela (Calidris subruficollis), lo que la hace uno de los lugares de conservación más importantes del mundo para esta especie migratoria. Es de notar la importante concentración del chorlo pampa (Pluvialis dominica), otra ave playera migratoria, y la presencia de otras 20 especies de aves playeras.
Entre las especies amenazadas que se avistan en la laguna está la monjita dominicana (Heteroxolmis dominicana), la gaviota cangrejera (Larus atlanticus) y el flamenco austral (Phoenicopterus chilensis). Su población de cisnes de cuello negro (Cygnus melanchoryphus) es una de las más importantes del mundo.
En las lomadas costeras existen parches de matorral psamófilo, formados por espina de la cruz y molle rastrero de la que sobresalen cereus, opuntias, chircas de monte, arueras y canelones. Existe además una diversidad de cactáceas y la presencia de la efedra (Ephedra tweediana), la única gimnosperma nativa.
En cuanto a los mamíferos, se observan especies como el guazubirá, zorro, lobito de río, nutria gigante, carpincho, gato montés y tucu-tucu. Se desconoce su distribución y cifras de población. Otra especie a destacar es el sapito de Darwin (Melanophryniscus montevidensis).